Salud de la mujer

Un embarazo satisfactorio requiere una gran cantidad de hierro para el crecimiento de la placenta y del feto y la salud del bebé, pero también para protegerse de la pérdida de sangre que tiene lugar durante el parto².

Si tiene déficit de hierro durante el embarazo, es más probable que su bebé nazca con menos peso.³. El hecho de tener anemia ferropénica al quedarse embarazada puede aumentar las probabilidades de dar a luz antes de tiempo⁴. A las ocho semanas de gestación, los órganos del bebé están casi desarrollados y la placenta ya está creciendo⁵. Por tanto, si está intentando quedarse embarazada es esencial que siga una dieta sana y rica en nutrientes para mantener altos sus niveles de hierro.

Si cree que le falta hierro, hable con su médico. Este investigará sus síntomas, examinará sus niveles de hierro mediante un análisis de sangre y le aconsejará sobre distintos tratamientos.

Para muchas madres primerizas, tener déficit de hierro tras la llegada del bebé es habitual. El parto siempre conlleva alguna pérdida de sangre, y el 26% de las mujeres presentan déficit de hierro una semana después de un parto tradicional¹¹.

Si se le practica una cesárea, ya sea programada o de urgencia, la pérdida de sangre tras el parto puede ser significativamente mayor que en un parto vaginal¹². Conocida como hemorragia posparto, la pérdida grave de sangre afortunadamente es poco frecuente, ya que sólo afecta al 5-6%¹¹ de las mujeres y puede tratarse de forma segura en el hospital. Pero existe un mayor riesgo de sufrir anemia ferropénica, que puede causar fatiga y síntomas de depresión.

Cuando finaliza la etapa de la menstruación, la necesidad de hierro disminuye. Pero los síntomas de la menopausia pueden reflejar aquellos otros que apuntan a un déficit de hierro, en particular la fatiga. Alrededor del 68% de las mujeres entre 45-50 años con déficit de hierro reciente también manifestaron un gran cansancio¹⁵.

Esta época de transición a la mediana edad también puede conllevar otros problemas tales como la disminución de las funciones cognitivas, que puede afectar a la concentración y a la memoria a corto plazo¹⁵. El tratamiento del déficit de hierro puede mejorar esos síntomas y ayudar al organismo a superar sus cambios naturales para garantizar más vitalidad en los años venideros.